- Discusiones continuas que provocan mucho sufrimiento pero no permiten llegar a una solución conjunta.

- Presión psicológica o manipulación por parte de uno o los dos miembros

- Celos patológicos

- Incompatibilidad en proyectos futuros

- Casos de infidelidad

- Planteamiento de separación o divorcio

- Problemas de salud física o mental en alguno de los componentes de la pareja 

- Problemas laborales, económicos, etc.

- Cualquier situación que no permita un mutuo acuerdo y provoque malestar en la pareja. 

 Según las necesidades que estime el profesional, en algunas sesiones se requerirá la asistencia de uno o de los dos miembros de la pareja.